Uno de los lugares que más me ha sorprendido, en el que podría pasar una semana entera y seguiría encontrando nuevos detalles... Fue una doble visita, de día y de noche, la casa parecía transformarse con el paso de las horas y la falta de luz. Llena de objetos dignos de un museo, allí... solos, sin que nadie aprecie su valor histórico e incluso económico.
Como no aprendimos la lección en LA CASA DEL TERROR , una vez más, nos la jugamos en ésta que ya ha empezado a rendirse a la gravedad...
Debajo del techo caído estaba la mesa colocada con sus sillas...
Dejamos la cocina...
A la derecha...
"El que sabe, SABA" ;)
Un orinal azul bajo la cama...
A la izquierda...
Salimos a la parte trasera de la casa donde están las cuadras y guardan las herramientas...
Antigua sierra de doble mango, yugo de carro, peine para lino...
Arado y sembradora antiguos...
Antigua báscula romana de madera...
Otra sembradora...
Lagar...
Herramientas de ebanista...
Fotografías sacadas por la noche
.
A la vuelta, encontramos otro cuarto con más piezas de este museo...
Antiguas muletas
Y la preciosa máquina de coser... para mí, la joya de esta casa...
Cuanto más me emociono al entrar en estos lugares, más me entristezco al salir. No llego a entender qué puede haber pasado para que una familia desaparezca así, dejando el mandil colgado y la mesa puesta, y mucho menos comprendo, que no haya ni un sólo familiar, aunque sea lejano, que se haga cargo de lo que dejan atrás...
Creo que lo que, realmente, no asimilo es que no todo el mundo se siente atraído por el magnetismo de estas cápsulas del tiempo... yo no pienso resistirme...
ACTUALIZACIÓN
La casa museo ha sido derribada en enero de 2017
Un buen museo lleno de lindos detalles, buen reportaje y magnificas fotos, un saludo
ResponderEliminarGracias Pedro, lo cierto es que esos objetos pasaron de obsoletos a objetos de colección y es triste que acaben así. Ese mueble con la tele pronto estara en el piso de abajo :(
EliminarSaludos y gracias por tus halagos :)
las fotos de los cacharros de cocina, cacerolas y cucharones son impactantes.
ResponderEliminarCierto, Climent, a veces los objetos más simples, los de uso cotidiano, son los que te conectan con los antiguos habitantes y los que más cuentan la vida en la casa.
EliminarGracias por tu visita y comentario, saludos
Me ha gustado mucho el reportaje Noelia!!
ResponderEliminarFíjate donde aparentemente parece que desde el exterior no vaya a haber gran cosa dentro del abandono por verse semiderruido y sin algunos techos, nunca uno sabe qué puede encontrarse dentro!!
En este caso como tu bien dices un museo de antiguedades porque entre la máquina de escribir, los televisores, los muebles, la máquina de coser, los cacharros de cocina y demás no veas...
Por cierto, la máscara esa de los ojos abiertos como platos, me la encuentro yo y ya te digo que salgo corriendo hasta mi casa! XD jaja
Por el resto, chapó! :D
Jajajajaja pues sí Jose, no veas el susto que me pegó la puñetera máscara, no se que pintaba allí, en el jardín trasero :)
EliminarFue una sorpresa encontrar todo eso dentro aunque sabíamos que era grande ya desde fuera, por dentro se nos hizo enoooooorme. Lo pasé muy bien allí dentro :)
Gracias por pasarte por aquí una vez más ;)
Hasta ahora no me había fijado detalladamente en esta casa. Por el delantal colgado, las ropas del armario, audífonos, muletas, etc, es como si algo le hubiera pasado a la abuela. Puede que fuera viuda y tenía a los hijos viviendo lejos, si es que los tenía. Al faltar los abuelos, casi nadie quiere llevarse cosas de la casa del pueblo a su casa de la ciudad, y ahí queda todo, llenándose de polvo y olvidado. No deja de ser una hipótesis claro. Me ha dado pena ver la foto del derribo de la casa. Con ese derribo se fue toda la historia vivida entre sus paredes. Enhorabuena Noelia, muy buen reportaje.
ResponderEliminarMuchas gracias Marisa, por pasarte a visitar esta casa por última vez. Bien podría haber sido esa la historia, quien sabe...
EliminarSe me partió el corazón cuando la vi sucumbir bajo las maquinas... Me pregunto si habrá sido algún descendiente que conservase todo eso o un nuevo dueño que habrá tirado todo. Es una pena, me alegro de haberla podido disfrutar, a mi manera, claro. Un abrazo y hasta cuándo quieras.