lunes, 10 de febrero de 2014

SALA DE FIESTAS

     Hacía muchos años que me preguntaba qué era aquel edificio abandonado, con rejas en las ventanas que había visto desde pequeña siempre cerrado. Preguntando me enteré de que era una discoteca/sala de fiestas de los 70 u 80. Según mis cálculos tendría que llevar unos 30 años abandonada  y esta eterna preguntona continuó…
¿y que habrá sido de ella? ¿Cómo sería por dentro? ¿Cómo era cuando tenía vida?  
Solo había una forma de averiguarlo…

     No publicaré las fotos de los exteriores, sobre todo, después de ver lo que le han hecho a este pedacito de historia…

      Este local estuvo cerrado hasta hace un par de años que encontró un nuevo dueño dispuesto a darle otra oportunidad; pero este dueño se encontró a su vez con un par de problemas:
  1.         Las leyes para la construcción habían cambiado y su localización ya no estaba permitida por situarse  muy cerca de la carretera, eso suponía nuevas obras… TOCADO
  2.         La “brillante” idea de quitar las rejas a un edificio de estas características, antes de su puesta en    funcionamiento,  provocó  que en “2 dias”  fuese pasto de los ladrones de cobre (deduzco yo  al ver  su estado)…  Y  HUNDIDO…
     Advierto a los más sensibles que esta fue una expedición con cadáver incluido ¡un gato momificado!
  Ruinas y momias, dos de mis pasiones en el mismo metro cuadrado ;-)

Entramos y lo primero que vimos fue una cafetería con billar...


Ojo a la ortografía...





     Detrás de la cafetería había una cocina, habitaciones y un baño (esta  mal pensada  creyó que serían habitaciones en alquiler, por aquello de si la fiesta tenía un  “happy  ending”, pero no, parece ser que se trataba de la vivienda de los dueños).













     Parecía que la cosa acababa ahí porque, a parte de esto, solo veíamos “un gran armario de madera” sin interés… El armario era,  nada más y nada menos, que el acceso al sótano donde se encontraba...  
¡la pista de baile!









     A medida que aumentaba la emoción, también lo hacia la tristeza… imaginándome qué joya se habían encontrado esos ladrones cuando entraron allí  y lo poco que les importó no dejar nada, arrancando techos, paredes, grifos… No había apenas luz, sabíamos lo que teníamos delante  ¡una vez que saltaba el flash!

      Las fotos están retocadas con brillo para poder ver bien los detalles. 
Nada más entrar nos encontramos con una extraña piscina o estanque decorativo, con una zona con sofás, a un lado y una barra de bar, al otro...










Y al fondo...


Fue imprescindible montar la panorámica, algo cutre, pero solo así se podía encajar el tamaño de aquel lugar...

























Subimos las escaleras al reservado...












Y llegamos a la mesa del "pincha"




Detrás del pincha había otra barra de bar...







Ginebra "premium" a mediados de los 60, principios de los 70... curiosa pronunciación hoy...







Pinchando...






     Debajo de la mesa del pincha y el reservado  había un túnel que comunicaba dos puertas a ambos lados de la pista. No parecía interesante, pero entramos igual…



Calefactor y soporte de micro...

     No prometía gran cosa hasta que vimos una segunda puerta. En esta parte del sótano no había más luz que la de una pequeña linterna…
Luces,  cámara y… ¡primer susto!




     Y el “campo de restos” más  grande que había visto en un lugar así… Ahora la emoción y la tristeza se transformaron en nostalgia… 

Atención al momento  ESCAPARATE  OCHENTERO,  a ver cuántos objetos reconocéis…





Peonza, canica, zapatito de la Nancy, postal, recuerdo de comunión...



Fotos religiosas y  ¿¿"porno" de la época???







¡La fotonovela!



¡Autógrafo de Angela Carrasco!





Caducó en el 87...













El sifón,  caja de casete...
     La única explicación que yo encuentro para esa cantidad de juguetes, libros, revistas, bebida…  es que en ese cuartito pasaban el tiempo los dueños,  padres e hijos, durante las tardes/noches de fiesta o que se utilizó de almacén mientras vivían arriba…
    Aquí también se encontraba el gran cartel exterior  con el nombre del local en letras rojas grandes, me vais a perdonar que no lo muestre tampoco…

 A la vuelta nos paramos en los aseos y la taquilla/guardarropa












     Los restos que se ven sobre los lavabos son heces de murciélago que encontraron su hogar en el falso techo...  





Ventana de taquilla 










 Y nos vamos...


     Fue una de las discotecas más importantes de la Comunidad y acogió las actuaciones de los grandes de la época: Los Pecos, Manolo Escobar, Peret, Ángela Carrasco... Es una penita ver lo que queda de ella...

Foto de un museo escolar de la provincia
     Me despido esperando que este reportaje os guste tanto como me gustó a mi hacerlo, muchos recuerdos y muchos “flashback”  a esta época en la que la “basca”  “movía el esqueleto” en “guateques” celebrados en sitios como este… yo,  personalmente,  me alegro de habérmelos perdido  :P

     Gracias Fran y Martina (primeriza  exploradora, espero que te quedasen ganas de repetir)  por animarse a compartir esta aventura. Os espero en la siguiente…