En esta ocasión visitamos una aldea semiabandonada, donde algunas casas estaban cubiertas de maleza y otras habitadas, una estampa extraña... Estas fotos son de hace más de 4 años, ignoro como se encuentra ahora mismo el lugar.
Lo más interesante de esta visita fue un pequeño bar y una de las casas en bastante buen estado, aunque para mi, todas merecían su momento. Las ruinas me resultan conmovedoras y escalofriantes a partes iguales, por ello todas las fotos corresponden a alguna de esas sensaciones vividas allí...
El bar
Atravesando esa puerta del fondo, una casa con una preciosa escalera en la fachada principal con su barandilla metálica.
Me gusta hacer algunas imágenes anaglifas que me devuelven al lugar...
Seguimos recorriendo la aldea y colándonos donde se puede...
En esta no se puede 😣
Algunas fechas en los portales nos hablan de la época de la mayoría de estas construcciones.
Otras casas con mejores y peores accesos; y en mejor y peor estado.
La casa que guardaba los mejores detalles...
Una de tantas aldeas en lento proceso de abandono total.
Quizás en tiempos de pandemia se empiece a valorar más el rural, donde yo tengo la inmensa fortuna de vivir, donde tu vida resulta algo más fácil de llevar rodead@ de naturaleza y pudiendo escapar de los espacios concurridos.
Se agradece el interés en recuperar estas zonas; se agradece la visita de la gente que viene de turista a los pueblos y deja algo de dinerillo en sus negocios; se agradece el respeto durante esas visitas a los propios vecinos, DUEÑOS DEL LUGAR, y a su entorno, ríos, montes, cualquier ruta de senderismo cuyo mantenimiento sale de los fondos de pequeños ayuntamientos... Si esta tu filosofía serás bienvenido.
Pero si tu visita consiste en escapar de tu celda de hormigón, en alterar la vida de los demás (diciéndoles, por ejemplo, cuánto te molesta el canto de sus gallos... 😤😒), en dejar tu basura de camino como si todo el pueblo fuera un contenedor de compostaje para ti, en creer que en estos espacios no debes cumplir las normas, sean sanitarias o simplemente cívicas, no sólo no serás bien recibido, sino que serás un forastero que no querremos aquí y te lo haremos saber.
Vive y deja vivir...
Y después de quedarme tan a gusto, os agradezco, una vez más, haber seguido el reportaje.